miércoles, 29 de enero de 2020

¿En qué mano se debe poner el reloj de pulso?


Los relojes de pulso son un accesorío que se ha utilizado a lo largo de la historia debido a su funcionalidad y elegancia, sin embargo, muchas veces no tenemos claro en qué mano es correcto colocarlo, en esta nota te contamos en cuál debería y ir y por qué.

Los avances en tecnología y diseño de los relojes de pulso han sido significativos en los últimos años, sin embargo, desde sus inicios ha existido la duda sobre en qué mano se debe poner el reloj.

Existen múltiples creencias al respecto, muchas de ellas están en lo correcto y otras son simples leyendas urbanas. Por eso, en esta nota te contamos sobre el contexto en que surge este singular accesorio y cuáles han sido los factores que determinan la mano en la que se ubica, sigue leyendo.


Origen


El reloj de pulsera es un accesorio que ha trascendido en la historia, desde su invención en 1812, cuando la reina de Nápoles encargó uno para su uso personal; pero fue hasta el siglo XX que se popularizaron estos relojes en las mujeres.

En el caso de los hombres, se cree que el primer ejemplar apareció cuando Louis François Cartier lo diseñó como un obsequio para su amigo, el piloto Alberto Santos Dumont, creando así el primigenio de este accesorio para su marca.

¿Deberías usarlo siempre en la mano izquierda?


Depende de si eres es zurdo o diestro, pues la mano correcta para colocar el reloj es la que menos se utiliza, esto es debido a que se buscaba proteger el accesorio de posibles daños como golpes, roses y enganchones. También porque usarlo en la mano con la que realizas todas las tareas puede resultar algo estorboso para escribir o trabajar.

Por otra parte, los relojes de la época no eran automáticos y necesitaban que se les diera cuerda varias veces al día y también que se ajustara la hora constantemente; realizar esto con la mano contraria a la dominante resultaba complejo y molesto.

El aspecto social también es significativo a la hora de elegir la mano opuesta a la que se utiliza para realizar cualquier actividad, y es que desde épocas anteriores, se tenía presente que la libertad de la mano con mayor habilidad era importante. 

Esta es la razón por la que en la época en que predominaban los relojes de bolsillo, los sastres adoptaron un compartimiento especial en la parte izquierda del pantalón, asegurando la movilidad de la mano derecha.

Piensa en este ejemplo: estás en una situación donde tomas un trago y necesitas mirar la hora porque alguien te la ha preguntado, cambiar el vaso de mano sería poco práctico e incluso molesto.

También existen algunas explicaciones basadas en leyendas urbanas, en las que se creía que el pulso del reloj se cargaba solamente en la mano izquierda debido a que era la única forma en la que funcionaba, sin embrago, se evidenció que el movimiento marchaba en ambas manos, sin importar si es la derecha o la izquierda.

Modas y preferencias


Pasado el tiempo, y debido a la influencia de la moda, el uso de los relojes de pulso en la mano derecha se empezó a popularizar, pues más que tener presente en qué mano se usa el reloj, se buscaba mostrar y lucir este accesorio. Se fueron diseñando ejemplares de gran tamaño, que fueran llamativos y lograran acaparar protagonismo. Así, la tendencia se popularizó tanto en los relojes para hombre como para mujer, consiguiendo destacar y presumir este complemento ante los demás.

Un detalle curioso sobre cómo se pone un reloj de pulso de manera correcta tiene que ver con detallar la ubicación de la corona, pues esta se ubica en el lado contraria de la mano en la que se coloca el accesorio. Es decir, si el reloj está diseñado para ser usado en la mano izquierda, la corona estará ubicada en la parte derecha, de esta manera la corona quedará oculta, permitiendo lucir el diseño completo del reloj.

Actualmente, existen relojes de pulso pensados para las personas diestras y zurdas, sin embargo, esto también es cuestión de las preferencias y gustos de cada persona. Y tu, ¿en qué mano prefieres utilizarlo?

Artículo tomado de: Oficina del Tiempo

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