jueves, 13 de octubre de 2022

Rolex: conoce la historia de la marca de relojes más famosa

Entérate de la distinguida historia de una de las casas relojeras más perfectas y precisas que se han dado lugar en el mercado desde 1914. 


En la Oficina del tiempo nos encanta traerte las mejores novedades de la industria relojera, pero también nos apasiona contarte la historia que hay detrás de las principales marcas de lujo en relojes. En esta ocasión te traemos la historia de Rolex, una marca suiza que hizo su nombre a pulso y que hoy cotiza en las principales joyerías presentes en las capitales más importantes del mundo. ¡Conoce todos los detalles de la casa Rolex, hablemos de relojes!
Historia de Rolex: Relojería de lujo
Con ansias de seguir expandiendo la marca, y con la necesidad de reducir algunos costos de productos de alto valor que hasta entonces eran adquiridos e importados desde Suiza a Gran Bretaña, Rolex se traslada a Ginebra en 1919 y se establece allí de manera permanente hasta el sol de hoy. Años más tarde, en 1926, Rolex vuelve a dar de que hablar debido a que lanza al mercado el primer reloj de mano totalmente hermético bautizado como Oyster, una pieza única de la más alta ingeniería que era capaz de sobrevivir a cualquier contexto sin perder nunca su brillo ni elegancia.
Hitos importantes de los relojes Rolex


Tanto dentro como fuera del mundo de la relojería, la palabra Rolex resuena como un símbolo de alto poder adquisitivo y lujo. Quien porta un Rolex se convierte en todo un referente de buen gusto, logrando así llevarse la atención de todos en los eventos sociales y demostrando su nivel de estatus. Los relojes de la marca Rolex sin duda alguna son conocidos en todo el mundo, no solo por su alto valor, sino también por la historia de perfeccionismo que la antecede y que la llevaron a convertirse en una de las casas relojeras más distinguidas en términos de elegancia, sofisticación y calidad. 


 

 

La historia de Rolex se remonta al año de 1905, época en la que el relojero y empresario alemán Hans Wilsdorf decido juntarse con su cuñado Alfred Davis para crear la sociedad Wilsdorf & Davis que con los años se convertiría en la prestigiosa marca Rolex Watch Company. Aunque como lo cuenta Wildsdorf en sus memorias, aquellos años no eran los más idóneos para la innovación debido a que había una notable desconfianza en los relojes de pulsera, ya que estos no se consideraban tan precisos como los clásicos relojes de bolsillo que habían marcado la tendencia del tiempo. Sin embargo, la persistencia y el anhelo de la precisión llevó a que la sociedad Wilsdorf & Davis obtuviera su primer Certificado Cronométrico Oficial Suizo en 1910 por parte de la Official Watch Rating Centre, una entidad que se dedicaba a oficializar y controlar las piezas que eran creadas en el más alto eslabón del mundo de la relojería. 

 

Para el año de 1914, y tras una corta, pero laboriosa historia de trabajo, Rolex se convierte en toda una marca y un símbolo de calidad cuando adquiere un segundo certificado por parte del Observatorio de Kew de Gran Bretaña, en la que se le otorga a los relojes de pulsera la clasificación A en precisión, todo un hito que hasta entonces solo era recibido por los cronómetros marítimos empleados en la navegación.


 

(Imagen tomada de Oriental Watch Company)

 

 

Gracias al lanzamiento del Oyster, Rolex comienza una carrera de hitos en el rumbo de la relojería que lo llevarían a convertirse en el gigante comercial que es hoy. La primera vez que un reloj de muñeca Oyster de la marca Rolex se puso a prueba fue en 1927, año en el que la nadadora inglesa Mercedes Gleitze cruzaría el canal de la Mancha con una de las piezas de lujo de esta marca relojera. La travesía en aguas inhóspitas duraría aproximadamente 10 horas, luego de las cuales se comprobaría que el reloj Oyster era tan hermético como lo aseguraban sus creadores y, por lo tanto, era de fiar. 

 

Alcanzar la perfección por medio de la precisión siempre fue uno de los principales objetivos de la marca relojera, por eso en los años posteriores no dejaron de trabajar en la innovación de su ya conocido reloj Oyster hasta que en 1931 patentan el primer mecanismo automático del mundo conocido como el rotor Perpetual que sería incluido en todos los relojes que fabricarían prestigiosas casas relojeras que aún no habían desarrollado una tecnología equiparable. Durante los siguientes años, Rolex seguiría trabajando junto a su equipo de ingenieros relojeros en piezas con cuarzo, en 1968 se juntaría con otros fabricantes de relojes suizos para desarrollar el movimiento Beta 21 de cuarzo que fue empleado en el Rolex Quartz Date 5100.

 

(Imagen tomada de Collector Square)
 
Aunque las piezas de relojería Rolex son altamente conocidas, esta casa relojera trabaja para crear piezas únicas que puedan distinguir a su portador, por eso cada uno de los relojes que se han producido desde 1926 cuenta con un número de serie que garantiza la exclusividad del producto. La lista de personalidades que han portado un Rolex en su muñeca es tan extensa como exclusiva, por lo que sería necesario contar una historia por cada reloj que ha marcado una tendencia dentro de la historia de la medición del tiempo. 
 
Como lo habrás podido notar, las ansias de un hombre que buscó en su trabajo la perfección lo llevó a crear piezas de relojería únicas que hoy en día siguen siendo tan confiables como invaluables para todos aquellos que tienen el placer de portar uno. Esperamos que esta emocionante historia de la casa Rolex te haya resultado tan apasionante como a nosotros, no olvides que en nuestro blog de relojes la Oficina del tiempo encontrarás todo sobre relojes para que siempre estés al día con las más importantes tendencias. 
 
Entérate de la distinguida historia de una de las casas relojeras más perfectas y precisas que se han dado lugar en el mercado desde 1914. La persistencia de sus creadores y sus exclusivos productos han catalogado a Rolex como una de las mejores marcas a nivel mundial.



Artículo tomado de: Oficina del Tiempo

lunes, 10 de octubre de 2022

Big Ben: el increíble proceso de reparación de uno de los relojes más famosos

 

¿Sabes por qué el Big Ben se detuvo 5 años? Esta obra relojera, ubicada en la ciudad de Londre, es una icónica creación que cuenta con un majestuoso sistema interno y 312 piezas de cristal. Conoce más de su historia y reparación.


Ni las marcas más reconocidas como Rolex, Omega o Cartier cuentan con tanta popularidad como el reloj de la torre Big Ben. Ubicado en el costado noreste del Palacio de Westminster en Londres, este icono de la cultura mundial es una de las mayores obras de ingeniería relojera debido a su impresionante tamaño y al milimétrico mecanismo interno que ha permitido su funcionamiento desde hace más de 100 años. Dicen que toda persona con prestigio necesita contar con un buen reloj de lujo ajustado a su muñeca, por lo que no es de extrañar que Londres, una de las capitales más famosas del mundo, cuente con un reloj de lujo en la mismísima sede del parlamento del Reino Unido, demostrando así lo invaluable que son estas piezas para una cultura cuyos lemas están marcados por el estilo, la puntualidad y la elegancia. 


Como toda pieza de la mejor relojería, el Big Ben ha perdurado más de un siglo en funcionamiento gracias a la calidad de sus componentes y a las distintas reparaciones de cuidado que han procurado mantener en óptimas condiciones este símbolo de Londres y de todos los amantes del lujo que vemos en un reloj mucho más que un accesorio a juego para medir el tiempo. Hoy queremos contarte cómo fue el proceso de restauración del reloj del Big Ben que luego de 5 años de trabajos detallados y minuciosos hoy vuelve a brillar como el emblema de Londres y del mundo relojero, ¡no te pierdas esta nota de Oficina del tiempo y hablemos de relojes!

 

Big Ben: Historia del reloj más grande del mundo

 

El Big Ben, también conocido como el reloj de la torre o más recientemente como la torre de Isabel, es una majestuosa y singular obra relojera de cuatro caras que goza con la popularidad de ser la más grande y prestigiosa de todo el mundo. Con una altura de 106 metros, la torre del Big Ben comenzó a construirse en 1843 como parte de la remodelación del antiguo Palacio de Westminster que había sido consumido por un incendio años atrás, pero no fue hasta 1885 cuando la reina Victoria pidió que se instalara un reloj en la torre para que ella pudiera verlo desde Palacio de Buckingham y así saber la hora exacta en la que los miembros de parlamento se reunieran al interior de la sede legislativa. 

 

Encabezadas por un marco dorado en el que se lee la inscripción “Dios guarde a nuestra Reina Victoria I", las 4 estructuras circulares del reloj están conformadas por 7 metros de hierro fundido que contienen 312 piezas de cristal que forman un vitral blanco. Aunque su parte externa es imponente y puede verse con facilidad desde distintas partes de Londres, su parte más llamativa se encuentra al interior y es el mecanismo de precisión que utiliza un sistema de escape de gravedad para medir los segundos a través de un péndulo que oscila interminablemente. Las campanas del Big Ben también son un elemento icónico que armoniza el ambiente londinense durante las diferentes horas del día, por lo que no es raro que este singular sonido haya estado presente en conmemoraciones tan importantes como lo son el día del Recuerdo en el que se conmemora el final de la primera guerra mundial, el funeral del rey Jorge VI, el año nuevo, entre otras fechas significativas.

 

Reparación de la famosa torre del Big Ben

 

Si quieres saber qué que es el Big Ben dentro de la vida cotidiana de cientos de personas que hacen uso de él en una de las ciudades más movidas del mundo, solo basta con detenerlo durante un par de horas para sentir la ausencia de una de las nociones más importantes para la cultura londinense: el tiempo. Aunque el reloj del Big Ben se ha detenido en contadas ocasiones por problemas metereológicos o rutinas de inspección, la reparación que comenzó en el 2017 y que se extendió hasta el 2022 implicó una parálisis completa de este monumento durante los últimos 5 años.

 

La reparación del Big Ben se llevó a cabo dentro de un interés por remodelar y actualizar algunas de las piezas del artefacto con tal de seguir garantizando su funcionalidad y asegurar así las mejores condiciones dentro de su mecanismo durante un siglo más. Los trabajos de restauración costaron una suma que oscila entre los 100 millones de dólares que fueron utilizados para crear un asesor que facilite el acceso al interior de la torre y examinar cada una de las 3000 piezas que integran este artefacto de alta relojería. La Cumbria Clock Company fue la encargada de desmontar y verificar el funcionamiento de cada una de las piezas de este histórico reloj, por lo que este trabajo no pudo haber quedado en mejores manos. Esto explica la decisión de poner dos contrapesos que son prácticamente invisibles en la parte interna de las manecillas con la finalidad de evitar que estas se doblen con el tiempo por las frías condiciones meteorológicas que son usuales en la ciudad del Reino Unido.

 

Sin duda alguna no debió ser fácil estar detrás de esta restauración que implicó un trabajo manual de fina ingeniería, pero al día de hoy podemos estar seguros de que las campanas del Big Ben seguirán sonando por mucho más tiempo en su singular melodía de cuatro cuartos, mientras sus imponentes manecillas no dejarán de resplandecer hora tras hora unificando en un solo elemento el tiempo de los londinenses.

 

La Oficina del tiempo es un blog de relojes en el que encontrarás las últimas actualizaciones dentro de este apasionante mundo que mezcla a la perfección la eficiencia, el lujo y el estilo que hacen parte de estos objetos de la más alta sofisticación con los que medimos el paso del tiempo y recordamos los mejores momentos mientras nos proyectamos en los logros del futuro. ¡Suscríbete para que no te pierdas ninguna de nuestras notas!


Artículo tomado de: Oficina del Tiempo